¿Qué hacer o quehacer filosófico?

Como parte del desarrollo de este proyecto decidimos que sería importante no sólo centrar nuestras investigaciones en torno a la discusión de textos donde se tratan las problemáticas que nos hemos planteado dentro del mismo, sino complementarlas con una serie de cursos-talleres en donde la práctica tecnológica es prioridad.

Hasta el momento sólo uno de estos talleres se ha realizado. El taller TEI (Text Encoding Initiative) impartido por Ana María Guzmán contó con dos sesiones, la primera consistió en una breve introducción al marcado de texto, acompañada de un ejercicio en el cual seleccionaríamos un pequeño texto para marcar.  Sin embargo, dicho ejercicio no fue sencillo, esto porque al marcar un texto se toman una serie de decisiones que modifican la estructura y confieren un enfoque interpretativo al texto el cual se produce con la herramienta misma. En ese sentido -para nosotros como filósofos- el marcado de texto no es una herramienta neutral y esto implica una serie de discusiones al respecto, sobre todo al momento de tomar decisiones sobre qué y cómo marcar un texto.

Durante la primer sesión del taller decidimos que sería una buena opción marcar un texto colectivamente y elegimos La obra de arte en su época de reproductibilidad técnica para realizar este ejercicio. La segunda sesión pretendíamos comenzar con el mencionado ejercicio e iniciamos marcando el título del texto, autor, epígrafe y algunos párrafos del prólogo. Los tres primeros objetos a marcar no presentaron mucho problema en cuanto a decisiones se refiere, pero al llegar al prólogo comenzaron las dificultades, pues algunos de nosotros consideramos que el marcado del texto debía hacerse en base a una interpretación, que como seminario de investigación, tenemos del mismo. En ese sentido nuestro enfoque como filósofos es importante pues elegiríamos las etiquetas pertinentes al momento del marcado. Sin embargo surgieron algunas dificultades, pues como las etiquetas de TEI son bastantes tendríamos que revisarlas y tener claro lo que cada una de ellas -o al menos la mayoría de ellas- abarcan, las funciones que tiene en el marcado del texto.

De esto derivaron algunas impresiones que podemos tomar como una especie de conclusión del taller. La más inmediata es la complejidad para encontrar una etiqueta o más bien varias que nos permitan, como filósofos, generar un marcado que muestre el enfoque e intereses que pretendemos al marcar un texto. La segunda -y quizás la más importante y problemática- si TEI es considerada una herramienta útil para humanistas -en nuestro caso para filósofos-  parece que la función o si se quiere la práctica filosófica se reduce a la lectura, interpretación y discusión de textos.

Lo anterior está sujeto a una amplia discusión pero en términos generales, ya que nuestro seminario tiene como meta discutir las relaciones entre la filosofía y la tecnología, parece que la herramienta del marcado de texto aún permanece apegada al quehacer filosófico clásico y en ese sentido nuestras prácticas al parecer no se han modificado mucho. Pero insisto esto es algo que debemos discutir con mayor detalle. Por el momento mi última impresión es satisfactoria pues este taller nos deja ver que aún nos falta introducirnos más en las prácticas tecnológicas y ver como ellas se relacionan con la filosofía, sin embargo aún podemos trabajar al respecto.