Puntos de discusión:
Tiqqun plantea a la cibernética como una nueva tecnología de gobierno que se conforma a partir de la resignificación de las prácticas del capitalismo y el liberalismo. ¿En qué consiste esta resignificación?, se trata de la administración ya no del capital, sino de la información y, por otro lado, del cambio de fundamento que deja de estar en el principio de escasez para pasar al principio de la incertidumbre. Para la administración de la incertidumbre es necesaria su transformación en información.
Con la resignificación sobre las prácticas del capitalismo acontece un cambio sobre la lógica del sistema. Ya no se busca los productos acabados, sino los procesos. A partir de esta tesis sobre la transformación de la lógica capitalista me parece importante señalar el cambio que acontece también en las prácticas artísticas cuya lógica se mueve en ese mismo sentido, ya no se aboga por la obra como producto acabado, sino que se valora la exposición y escenificación de los procesos.
La transformación de la subjetividad a partir del surgimeinto de la cibernética es otro de los puntos tratados en este texto. Si hay un cambio sobre las prácticas, lo hay también en la constitución de los sujetos. ¿En qué términos se da este cambio?, ¿cuál es esa nueva subjetividad cibernética?. A partir de una mayor valoración dada a los flujos de información en la nueva lógica cibernética, se descalifica todo proceso interior que implique la opacidad de algún proceso, que permita la entrada de la incertidumbre en el flujo de la información. Para permitir el control de todo dato posible, todo le pertenece a la comunidad.
En este punto vuelvo a la pregunta sobre los procesos artísticos en cuyo caso se trata de hacer transparente el modo de creación de una obra como si con ello se pudiera exponer la forma en que acontece la creación.
Por otro lado, esa negativa a la interiorización me parece que puede ser vista no como una aniquilación del interior, sino como una traducción de lo que antes le pertenecía sólo al individuo a datos disponibles para ser utilizados.
La genealogía del término griego Kubernesis, que designaba la actividad del pilotaje, también designa tres prácticas grecoromanas vinculadas al gobierno: gobierno de la enfermedad, gobierno político y gobierno de sí mismo. Este señalamiento es importante dado que deriva en un cuestionamiento de las formas de control que se adquieren al pasar de la máquina industrial a la cibernética y de cómo se altera la configuración de la relación entre estas tres formas de gobierno de acuerdo con los medios de control que se construyen en relación con cada forma de máquina. Me parece importante señalar que se busca hacer una genealogía de las máquinas vinculada a una genealogía de las formas de gobierno.
El cambio de modelo sobre la forma de gobernar señala que la estructura deja de ser piramidal para ser de red. Esto sólo es posible porque cada individuo se vuelve su propio autoregulador. En el modelo social de red, cada individuo significa una posibilidad de caos frente al orden social porque cada uno es un factor de incertidumbre, pero también cada quien es su medio de control.
La sociedad de control se plantea como una sociedad paranoica pues en su base hay siempre la posibilidad del caos, de ahí su necesidad de realizar una gestión de la incertidumbre. Todo debe ser traducido a datos que puedan ser pilotados. Ya no es el fantasma del comunismo el que habita a esta forma del capitalismo cibernético, sino el fantasma de la autodestrucción pues la potencia del caos está dentro del sistema mismo. Por ello las medidas de control deben ser cada vez más encarnadas en los individuos. El sujeto neutraliza su propio potencial de destrucción. En este sentido es que Tiqqun habla de formas nómadas de gobierno, frente a las formas centralizadas del pasado.
“No queremos más transparencia ni más democracia. Ya hay mucha. Queremos por el contrario, más opacidad y más intensidad”. Con esta cita me parece que se puede abrir una de las preguntas que están en este texto. Si todo puede ser traducido a datos para ser gestionados y controlados, ¿hay posibilidad de resistencia ante un sistema como el que se plante?, ¿hay posibilidad de resistencia cuando son los propios individuos los encargados de su regulación?. Estas preguntas están relacionadas con la cuestión de ¿es posible hablar de algo que no sea tecnológico?, pues si todo queda supeditado a la lógica cibernética, aparece la cuestión de si algo se escapa a esa determinación y en todo caso: ¿qué es lo que se escapa?.
Tiqqun plantea la posibilidad de resistencia construida por dos momentos: exceder el dispositivo, lo que significa crear resistencia a partir de los propios medios del sistema y la propuesta de cortar los flujos de información. Por un lado se trata de la reapropiación de las prácticas sociales a través de una resignificación de las herramientas e instituciones; con esto se plantea la necesidad de una cultura tecnológica para generar nuevas relaciones con internet, entendido como la máquina de control. Por otro lado se habla de que no es suficiente romper los flujos del sistema de información, pero es una posibilidad para desestabilizar temporalmente el funcionamiento de la red.
Hacia el final del texto de Tiqqun se encuentra la propuesta de un ritmo político. Esta se trata de ir contra la rapidez que demanda la lógica del flujo de información que impone el capitalismo cibernético. El ritmo de la lentitud o cualquier otro ritmo que no cumpla con la demanda de la codificación de la incertidumbre en datos puede considerarse como una resistencia ante el sistema de gestión de la información. Se plantea entonces un ritmo de la desconexión, pero ¿cabe la posibilidad de una desconexión en el sistema de red que compone al capitalismo cibernético?, ¿de qué se trata esa desconexión y cómo se construyen sus posibilidades de acción dentro de la lógica que niega la incertidumbre?.
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Aparte de la pregunta por lo externo a lo tecnológico, creo que la relación política/tecnología debe ocuparon. Lo señalas muy bien.