Maschinenstürmer?, Günther Anders

1.Zu glauben, wie das unsere Väter noch getan hatten, daß Maschinen uns und deren Arbeit die unsere ersetzen können und sollen, ist ganz antiquiert. Wo wir selber arbeiten, arbeiten wir zumeist nicht »noch«, sondern »wieder«: dann ersetzen wir nämlich Maschinen. Entweder deshalb, weil diese gerade einmal versagen, oder deshalb – und hier ist die Rede vom »noch« noch berechtigt -, weil die Maschinen, die es »eigentlich« geben müßte,skandalöserweise noch nicht erfunden worden sind. Dann »ersetzen« wir noch-nicht Existierendes. Natürlich ist unsere Ersatzleistung stets erbärmlich. Wenn die von uns ersetzten Geräte unser Bemühen, sie zu ersetzen, beobachten könnten, dann würden sie sich über unsre plumpen Versuche amüsieren. »Wenn« und »würden«. Denn natürlich sind sie stolz darauf, als Geräte unfahig zu bleiben, sich zu amüsieren oder gar auf etwas stolz sein zu können.

2.Heute mußte ich wieder lesen, ich sei ein »reaktionärer Maschinenstürmer«. Der törichteste aller denkbaren Vorwürfe. Denn mein Kampf gilt ja nicht, wie im 19. Jahrhundert, den Produktionsarten, sondern den Produkten. Noch nie habe ich vorgeschlagen. wir sollten Raketen statt in Fabriken händisch in Heimarbeit herstellen. Immer, Raketen sollten nicht hergestellt werden.

3.Die uns »Maschinenstürmer« nennen, sollten »Menschen Stürmer« heißen.

Texto alemán obtenido de Das argument, No. 164.

¿Ludita (Artillero, destructor de máquinas)?

1. Creer, como todavía nuestros padres lo hicieron, que las máquinas nos pueden y deben reemplazar, a nosotros y a nuestro trabajo, es muy anticuado. Donde nosotros trabajamos, trabajamos casi siempre no “todavía”, sino “de nuevo”: nosotros reemplazamos a las máquinas. Por eso, porque las máquinas fallan, o porque -y aquí es donde hablar de “todavía” está justificado- las máquinas que “de hecho” debería de haber, todavía no, escandalosamente, han sido inventadas. Entonces “remplazamos” un todavía-no-existente. Por supuesto, nuestro servicio de reemplazo es siempre lamentable. Si los aparatos que reemplazamos pudieran observar nuestros esfuerzos por reemplazarlos, se divertirían con nuestros burdos intentos. “Si” y “pudieran”. Porque, por supuesto, están orgullosos de permanecer como aparatos incapaces de divertirse o de poder estar en lo absoluto orgullosos de algo.

2. Hoy tuve que leer de nuevo que soy un “Luddite reaccionario”. La más disparatada de las acusaciones, ya que mi lucha no se dirige, como en el siglo 19, contra las formas de producción, sino contra los productos. Nunca he propuesto que deberíamos fabricar cohetes en casa en lugar de en fábricas. Nunca se deben construir cohetes.

3. Los que nos llaman destructores de máquinas deberían llamarse destructores de hombres.

Traducción del texto alemán: Ana María Guzmán Olmos

Briseur de machines ?

1.Croire, comme nos pères l’ont encore fait, que des machines peuvent et doivent nous remplacer et que leur travail peut et doit remplacer le nôtre est totalement obsolète. Là où nous travaillons, nous ne travaillons la plupart du temps pas « encore » mais « à nouveau » : nous remplaçons en fait les machines. Ou bien parce qu’aucune machine ne peut s’en charger, ou bien — et ici l’adverbe « encore » est encore légitime — parce que les machines, qui devraient « en fait » s’en charger, n’ont scandaleusement pas encore été inventées. Du coup, nous remplaçons des machines qui n’existent pas encore. Bien sûr le remplacement que nous assurons est toujours lamentable. Si les instruments que nous remplaçons pouvaient observer les efforts que nous faisons pour les remplacer, ils s’amuseraient de notre tentative maladroite. Je dis « si » et j’emploie le conditionnel car, bien sûr, en tant qu’instruments, ils sont fiers d’être incapables de s’amuser et même d’être incapables d’être fiers de quoi que ce soit.
2. Aujourd’hui, il me faut une fois de plus lire que je serais un « briseur de machines réactionnaire ». C’est le plus absurde des reproches qu’on peut me faire. Car mon combat ne vise pas les modes de production, comme au dix-neuvième siècle, mais les produits eux-mêmes. Je n’ai encore jamais proposé que nous produisions des missiles manuellement et dans le cadre d’un travail à domicile au lieu de les produire en usine. Ce que j’ai toujours proposé, c’est qu’on ne produise pas de missiles du tout.
3. Ceux qui nous traitent de « briseurs de machines », nous devons les traiter en retour de « briseurs d’hommes ».

Texto francés obtenido de Tumultes, 28-29

¿Interruptor (destructor, rompedor) de máquinas?

1. Creer, como lo hicieron nuestros padres, que las máquinas pueden y deben reemplazarnos y que su trabajo puede y debe reemplazar al nuestro es totalmente obsoleto. Allí donde trabajamos, no trabajamos en la mayoría de los casos “aún” sino “nuevamente”: nosotros reemplazamos de hecho a las máquinas. Ora porque ninguna máquina puede hacer ese trabajo, ora -y aquí el adverbio “aún” es todavía legítimo- porque las máquinas, que deberían “de hecho” hacer ese trabajo, escandalosamente no han sido aún inventadas. De improviso, nosotros reemplazamos máquinas que no existen aún. Por supuesto, el reemplazo que nosotros hacemos es siempre lamentable. Si los instrumentos que reemplazamos pudieran observar los esfuerzos que hacemos para reemplazarlos, se divertirían de nuestra torpe tentativa. Digo “si” y empleo el condicional ya que, por supuesto, en tanto que instrumentos, ellos se sienten orgullosos de ser incapaces de divertirse e igualmente de ser incapaces de sentirse orgullosos de lo que sea.

2. Hoy, tuve que volver a leer que era un “(briseur de machines) destructor de máquinas reaccionario”. Este es el más absurdo de los reproches que me pueden hacer. Porque mi lucha no apunta a los modos de producción, como en el siglo XIX, sino a los productos mismos. Nunca he propuesto que produzcamos los misiles manualmente en casa en lugar que en la fábrica. Lo que siempre he propuesto es que no produzcamos misiles en absoluto.

3. A quienes nos tratan como “interruptores (rompedores, destructores) de máquinas”, debemos tratarlos como “interruptores (rompedores, destructores) de hombres”.

Traducción del texto alemán:

Jessica Citlalli Castañeda Cano

José Francisco Barrón Tovar


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Francisco Barrón

Doctorante en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha participado en varios proyectos de investigación como: “Memoria y Escritura”, “Políticas de la memoria”, “La cuestión del sujeto en el relato”, “Diccionario para el debate: Alteridades y exclusiones”, “Estrategias contemporáneas de lectura de la Antigüedad grecorromana” y “Herramientas digitales para la investigación en humanidades”. Se ha dedicado al estudio del pensamiento griego antiguo, francés contemporáneo y de los filósofos alemanes Friedrich Nietzsche y Walter Benjamin. Sus intereses son las relaciones entre la estética y la política, y los problemas especulativos sobre la relación entre la técnica, el arte, el lenguaje y el cuerpo. Pertenece a la Red de humanistas digitales.

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