Lo visible y lo oscuro

Tomo como pretexto la siguiente frase de Derrida en “Papel Máquina” para poder plantear una cuestión que aparece con frecuencia en las discusiones del Seminario y también fuera de él.

Dice Derrida: “No sé si la máquina de escribir eléctrica o el ordenador nos hacen el texto escritura«demasiado legible» y «demasiado claro».

La cuestión que quisiera plantear es ese temor [tendenci
a] de los intelectuales [humanistas en este caso] por ser deslazados como autoridades [del saber] frente a eso que se denomina democratización del saber [sobre todo a partir de la expansión del uso de las tecnologías de la información].

Más allá del temor de los individuos [intelectuales en este caso] concretos, hay toda una estructura [de poder, poder político, si se me permite] que está en juego ante dicho desplazamiento. Está en juego toda una tradición, que desde la ilustración y quizá hasta ahora [por ciertas resistencias que la protegen] continúa su pretensión inicial: autonomía [absoluta] del individuo.

Esta frase de Derrida tiene como contexto una discusión sobre el trabajo manual, al cual Heidegger le otorga mayor peso y que opone al trabajo mediado por la máquina, debido a que aquél muestra la huella [personal] de quien lo realiza, en tanto el segundo parece despersonalizar a quien lo elabora.

Retomando la cuestión y poniéndola en relación con la frase de Derrida, me parece que podemos encontrar un indicio de ese temor de ser desplazados [ya sea como individuos-intelectuales o -sobre todo- como una estructura de poder político [del saber]]. Tal indicio sería esa marca, esa huella de personalidad que el trabajo manual -en nuestras condiciones actuales sería las formas de saber tradicionales-académicas- hacía patente y que a la entrada de la tecnolmanos-en-tecladoogía [digital en nuestro caso] parece borrar, parece que deja de inscribirse la marca del autor [como autoridad del saber] y se desdibuja o al menos se desplaza y no tiene el mismo sentido que la tradición le adjudicaba.

Por ello la frase es un pretexto para plantear esa cuestión. Además la misma frase da otro indicio a la misma cuestión: Si con la máquina, el ordenador es más visible el texto, más legible, esto sería si tiene mayor alcance, entonces más individuos [otras estructuras que no son las tradicionales-académicas] pueden tener acceso a esa visibilidad textual, desplazando las estructuras e individuos [tradicionales] que poseían dicho acceso, dicha visibilidad.

Sólo quería plantear la cuestión, la cual creo que debe continuar analizándose y sobre todo hallar otros elementos que nos ayuden a comprenderla mejor, antes de apresurar un juicio determinante al respecto.


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4 Responses

  1. La cuestión de la mano del artesano puede ser leída de varias maneras, no sólo como la de una centralidad del sujeto intelectual del saber. Podría leerse como marca de la singularidad del proceso de producción.

  2. Sandra Reyes Álvarez dice:

    De acuerdo, el punto crítico que creo hace Derrida -y es muy benjamineano en esto- es que esa autoría conserva el aura. En el caso de la marca en el proceso de producción ¿sería también en ese sentido o por el contrario?

  3. A veces es posible leer el aura como la singularidad…

    • Sandra Reyes Álvarez dice:

      Esa singularidad ¿es siempre negativa o no? Creo que esa es la cuestión, aunque comprendo el movimiento de una función positiva a una negativa no sé cómo explicarlo, sobre todo pensando en Benjamin.

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