¿Hay escritura sin marca? ¿El pensamiento se ejerce únicamente elaborando la marca?
Roger Chartier en su texto “La revolución del texto electrónico”, que pertenece a su libro Cultura Escrita, Literartura e Historia, afirma que la paulatina de la convivencia actual entre el texto como letra y como imagen digital ha alterado las valoraciones y las prácticas de la escritura y del libro. Y en el texto da tres líneas para pensar esa alteración -que me gustaría utilizar para pensar otra cosa-:
- Con la tecnología digital “puede escribirse en el texto [...] existe la posibilidad de someter al texto recibido a las decisiones propias del lector para cortar, desplazar, cambiar e orden, introducir su propia escritura, etc.”;
- además, es posible “escribir en la biblioteca [...] Y es factible pensar [...] que el mismo momento de la escritura podría ser el momento mismo de la lectura”; y
- se hace pensable “una universal disponibilidad del patrimonio textual”, construir una biblioteca universal.
Chartier afirma que estas modificaciones implican el “problema del cuerpo y del texto”. En otras palabras, las tecnologías digitales problematizan la materialidad del texto.
Supongamos que es cierto lo que afirma Chartier, y que tecnológicamente estamos ante se puede escribir lo escrito mismo. Sobre esa afirmación quisiera preguntar solamente: ¿si la marca material es aquello que determina la práctica de lectura, comentario, discusión, interpretación, en el pensamiento filosófico, es dable un ejercicio de éste sin aquella?, ¿en serio la tecnología digital hace fantasmal la marca de lo escrito y destruye realmente las herencias, hábitos y prácticas ya coaguladas en la historia del pensamiento?, ¿si lo digital ataca la materialidad de la marca cómo es el pensamiento?
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